¿Qué personas podrán vivir ahí, en esa región de sorpresas?
De los andaluces se dice que “En el mundo no hay nadie más perezoso y si la naturaleza no fuera tan bondadosa con ellos, seguramente morirían de hambre. En cambio, siempre listos para divertirse, pasan todas las noches de juerga”. Mientras la primera opinión pueda ser quizás demasiado perjudicial y estereotípica, en cuanto a la segunda, a mí, me parece indudable.
Desde hace siglos las ansias de ocio y locura estaban en ellos. Cada pretexto les parecía bueno para ponerse a cantar, bailar y divertirse. ¡Se llegó incluso al punto en que los días de trabajo eran menos frecuentes que los de la fiesta! Se festejaban nacimientos y bodas de los gobernantes locales, visitas de los reyes de países vecinos, fiestas religiosas. Se organizaban ferias (fiestas que constaban de procesiones, bailes y banquetes), torneos y luchas de toros. Las corridas con bailes y mascaradas eran el entretenimiento más popular en varias clases sociales, mientras que la danza era su gran pasión nacional. Se bailaba en todas partes: tanto en los salones aristocráticos y procesiones religiosas, como en las tabernas, bares y fondas.
Desde hace siglos las ansias de ocio y locura estaban en ellos. Cada pretexto les parecía bueno para ponerse a cantar, bailar y divertirse. ¡Se llegó incluso al punto en que los días de trabajo eran menos frecuentes que los de la fiesta! Se festejaban nacimientos y bodas de los gobernantes locales, visitas de los reyes de países vecinos, fiestas religiosas. Se organizaban ferias (fiestas que constaban de procesiones, bailes y banquetes), torneos y luchas de toros. Las corridas con bailes y mascaradas eran el entretenimiento más popular en varias clases sociales, mientras que la danza era su gran pasión nacional. Se bailaba en todas partes: tanto en los salones aristocráticos y procesiones religiosas, como en las tabernas, bares y fondas.
Y un día, a ese curioso lugar llegaron los gitanos.
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