domingo, 31 de enero de 2010

El misterioso "duende"


“Para buscar al duende no hay mapa ni ejercicio”

Federico García Lorca


Para sentir bien el flamenco, hay que tener duende: algo que escapa de las definiciones, que produce, tanto en el artista, como en su público, verdaderas emociones. Según algunos, es el espíritu de los antepasados gitanos. Hay gente que lo posee y los gitanos genuinos saben distinguirlo, aunque esa persona no sea uno de ellos.
Cuando el duende se despierta en alguien, éste no lo puede vencer, le domina una extraña fuerza, difícil de explicar, que le permite llegar más allá de la excelente técnica para liberar sus propias emociones.

sábado, 30 de enero de 2010

Música flamenca

Sin la guitarra no hay flamenco, ¿quién no está de acuerdo con esta afirmación? Aunque todos relacionamos este estilo musical con la guitarra flamenca, el instrumento apareció hace muy poco. Hasta finales del siglo XIX, la guitarra no existía como único instrumento. Antes servía sobre todo como una base armónica o como el acompañamiento para el cante y el baile; luego, poco a poco, se empezaron a desarrollar diversas técnicas del toque, como las falsetas o los rasgueados. En la breve historia del instrumento, hubo dos grandes revolucionarios: Ramón Montoya y Paco de Lucía.

Gracias a Montoya, la guitarra comenzó a tocarse a solas. El guitarrista logró ampliar las escalas armónicas e introdujo nuevas técnicas de toque. El segundo gran tocaor, Paco de Lucía, no sólo revolucionó la paleta de ritmos. Sus canciones, inspiradas en el jazz y en la música latinoamericana empezaron un nuevo período en la historia de la música flamenca. (aquí podéis leer más sobre Paco)

Gracias a esos dos grandes personajes y muchos otros guitarristas flamencos, hoy tenemos alrededor de 40 diferentes técnicas e innumerable variación de los ritmos. Los tocaores, además de conocer perfectamente la técnica, deben saber mucho del baile y del cante, ya que su instrumento suele acompañar frecuentemente a los artistas en el escenario. Los bailaores y cantantes llevan el ritmo palmoteando, chasqueando, golpeando con los tacones o con castañuelas. Aún y todo, es cierto que sin la guitarra la música flamenca no sería la misma.

 
 

miércoles, 27 de enero de 2010

Camarón: una leyenda viva




Camarón de la Isla, o sea José Monge Cruz, es uno de los cantaores mas grandes de la historia. Comenzó su aventura con el flamenco muy temprano: hizo su primer concierto cuando tenía sólo ocho años, y a los 16 años, ya fue el ganador en el Festival de Cante Jondo de Mairena del Alcor. En Madrid conoció a Paco de Lucía con quien empezó a trabajar consiguiendo resultados fantásticos. Hoy, el trabajo de estos dos artistas, es considerado como el clásico y el mejor ejemplo del flamenco verdadero.
Camarón fue fenomenal en todos los aspectos. En su música mezclaba el flamenco con los elementos del jazz y de otros tipos de música moderna. Gracias a él, la música flamenca es famosa en todo el mundo, no sólo en España, el país de su origen. El cantaor murió de cáncer de pulmón. Es indudable que ha sido la persona más brillante del flamenco extinguido.
 
Camarón es un verdadero dios del flamenco, con su voz fuerte, con toda su perfección del cante. Es un icono, una leyenda, una persona admirada por todos los artistas del flamenco e imitada por muchos. 

 

 

martes, 26 de enero de 2010

Cante flamenco


"Es hondo, verdaderamente hondo,
más que todos los pozos y todos los mares que rodean el mundo,
mucho más hondo que el corazón actual que lo crea
y la voz que lo canta, porque es casi infinito.
Viene de las razas lejanas, a
travesando el cementerio de los anhos
y las rondas de los vientos marchitos.
Viene del primer llanto y el primer beso."
Federico García Lorca

El cante flamenco ha cambiado su melodía a lo largo de varios siglos, pero su tema principal se ha mantenido sin cambios hasta hoy. Las canciones no sólo expresan los sentimientos íntimos del autor. Las letras contienen también otros elementos, a menudo relacionados con la vida cotidiana, como por ejemplo las descripciones de los lugares donde vivía la gente.
La Península Ibérica era un espacio ideal para el desarrollo de este excepcional arte: allí, donde se cruzaban distintos cantos de todo el mundo, la gente comenzó a crear sus primeras canciones primitivas. Eran las seguiriyas y las tonás.
Se supone que el género más antiguo del cante flamenco es el cante jondo. Resulta ser también el más profundo, serio y el más difícil tanto de cantar como de escuchar. Este tipo de flamenco nos lleva casi al otro mundo, el mundo donde se siente todo con mucha más fuerza.

El flamenco es el único tipo de cante que no se puede encontrar en ningún otro lugar. Por eso nos atrae tanto que incluso, a veces, escuchando a un cantaor, nosotros mismos tenemos ganas de cantar todo lo que sale de nuestra alma.



domingo, 24 de enero de 2010

En el principio era el baile...


 














El baile flamenco tiene su raíces en antiguos bailes religiosos orientales. Actualmente se notan muchos elementos de la India p.ej. los movimientos de los hombros, las palmas, los dedos o incluso las piernas que marcan el ritmo con los tacones.
Se pueden contar más de 50 "palos" del flamenco. Cada "Palo" tiene su propio ritmo, su propia armonía. El baile flamenco es muy dinámico, a veces incluso agresivo o erótico.

Cada movimiento del cuerpo y gesto demuestra un estado emocional del bailaor o acentúa el carácter de melodía o el texto de la canción. Por eso los bailaores parecen depender unos de otros en un grupo.
Habitualmente el acto escénico es una improvisación. Los bailaores aprovechan los elementos conocidos y mezclan de manera muy creativa los esquemas de una forma o figura. La mímica de la cara es muy importante en el baile flamenco.

miércoles, 20 de enero de 2010

Un poco de historia


Antonio Machado Álvarez fue el primero que, a finales del siglo XIX, empezó a observar con atención la música procedente de Andalucía. Descubrió que existía una especie musical particular a la que llamó el “cante gitano” Sus estudios demostraron que descendía de la “oscura esfera”. Los cantes se practicaban en tabernas, durante las reuniones familiares y de amigos. Pronto resultó que este “cante gitano” era una interpretación de la música andaluza ejecutada por los gitanos, lo afirmaban los nombres de las canciones populares: tonás, seguiriyas, romances, cañas y polos.

El primer cantaor de nombre conocido, el Tío Luis el de la Juliana, así como los otros pioneros: el Tío Luis El Cautivo, el Fillo o el Planeto, empezaron su obra alrededor del año 1780. Los estudios de Álvarez indicaron que el “cante gitano” no era el único género musical que existía en estos tiempos en la zona de Andalucía: simultáneamente se desarrollaba otra música popular llamada el “cante andaluz”. Con el tiempo, los dos géneros se unificaron, dándole denominación al cante flamenco.

Hacia el año 1850, en grandes ciudades de Andalucía, como: Cádiz, Málaga, Sevilla o Jerez, empezaron a aparecer los “cafés cantantes” donde, desde pequeños escenarios, el flamenco se acercaba al público. Con el paso del tiempo, las actuaciones se redujeron a los solos de los artistas acompañados únicamente por unos guitarristas. A las actuaciones se añadió el baile fandango con sus variantes: la malagueña y la granadina, surgieron también nuevas formas de cantar.
cafes cantantes
Los cafés cantantes

Al principio del siglo XX, el flamenco sufrió un fuerte retroceso. El arte se empobreció y pronto llegó el fin de los cafés cantantes. El primer concurso de flamenco organizado por Manuel de Falla y Federico García Lorca en 1922, parecía ser la única salvación. La competición tuvo lugar en Granada, en la Plaza de los Aljibes en la Alhambra. El ganador del primer premio, unas mil pesetas, era un hombre viejo y desconocido: Diego Bermúdez “El Tenzas” (su seudónimo significaba “el Violín” porque su voz realmente se parecía al sonido del violín). En su espontáneo cante se notaba un verdadero espíritu flamenco.
Sin embargo, el concurso no produjo los efectos previstos. El flamenco seguía pasando por mal trance durante la Guerra Civil y la II Guerra Mundial, hasta los años 50 del siglo XX.

Todo cambió en el año 1956 cuando se organizó un festival de la música flamenca en Córdoba. Un año más tarde, en Jerez de la Frontera, surgió una nueva carrera universitaria: la flamencología.

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Esos hechos dieron el principio a la era de mayor esplendor del flamenco que dura hasta hoy. En cada generación se observan grandes cantantes, bailaores y tocaores que introducen nuevas formas del baile, cante y toque. Además de los artistas tradicionales, partidarios del flamenco puro, hay también un grupo de músicos que experimentan tanto con nuevos instrumentos como con otros géneros musicales como el jazz, el rock o el pop. Los grandes festivales se trasladaron: de las plazas en los centros de las ciudades a los grandes teatros de Madrid, Sevilla o Barcelona, aunque a veces, perdiendo la espontaneidad de los tiempos pasados, llegan a perder su carácter primitivo.

Y a pesar de que los artistas flamencos siguen (y seguirán) buscando nuevos caminos para recorrer, su esencia se quedará inalterable: el flamenco siempre será el arte que expresa los sentimientos más profundos. Y es indudable que mientras que en el mundo exista el amor y la desesperación, la nostalgia y el dolor, el sufrimiento y la injusticia, existirá el flamenco.

lunes, 18 de enero de 2010

Los gitanos


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"Gypsies were to flamenco like rice to paella: the unifying and fundamental element".
"Los gitanos son para el flamenco como el arroz para la paella. Su elemento fundamental y esenciador."
Fernando Quiñones

Los gitanos aparecieron inesperadamente en Bulgaria en el siglo XI; del sur y del este empezaron a llegar hordas de gente, cuyo aspecto y costumbres eran muy misteriosos. No se sabía de dónde procedían. Hoy se supone que eran los antepasados de los dalits (intocables) hindúes quienes, Dios sabe por qué, habían abandonado sus terrenos para ponerse en camino. Partieron desde la zona de Rajastán al noroeste de la India. Llegaron a atravesar la Península Balcánica en el siglo XV, para esparcirse luego por toda Europa. Durante un siglo consiguieron recorrer todo el continente; así llegaron al sur de la Península Ibérica. Allí encontraron a sus paisanos que habían llegado desde el otro lado- por África: ambas rutas tenían su fin en Andalucía.

Era un tiempo duro para la región. Acabada ya la dominación de los árabes (duró mas de 700 años), entonces había un nuevo orden, impuesto por los Reyes Católicos. Los gitanos, igual que los árabes y los judíos, obligados a convertirse al cristianismo, pasaron a ser gente de segunda categoría. Para refugiarse, se juntaban en los guetos; los más famosos eran: Triana en Sevilla, Santiago en Jerez de la Frontera y La Viña en Cádiz. Fue allí donde se cruzaban los cantos procedentes de las sinagogas, las llamadas de un muecín, los cantos gregorianos y melodías bereberes. Fue un punto del encuentro de Europa con África y con el Oriente Medio.
En esa mezcla de sonidos, los gitanos encontraron algo que no habían podido encontrar en ninguna otra región, algo que despertó en sí un espíritu de la música de sus antepasados. Pronto la asimilaron y empezaron a interpretar a su manera. Incluso la enriquecieron, añadiendo a ella unos ritmos complicados, un canto expresivo y, sobre todo, la profundidad emocional. Tres siglos más tarde, sacaron de esa mezcla cultural lo que después se empezó a llamar flamenco.

Aunque los gitanos no eran los únicos creadores de esta corriente, desempeñaron (y siguen desempeñando) el papel más importante en su desarrollo y expansión. Siguen viviendo en los barrios más pobres de las ciudades. Oprimidos frecuentemente, siguen llevando sus cantos llenos de dolor, nostalgia y amor.

Un director de cine francés, Tony Gatlif, un descendiente de gitanos argelinos, en sus películas hizo como protagonistas a los gitanos y su viaje por el mundo, su música, cultura y costumbres. Entre sus películas vale la pena ver:
• “Corre gitano” (1981)
• “Les Princes” (1990)
• ”Latcho Drom” (1993)
• “Vengo” (2000)





sábado, 16 de enero de 2010

Andalucía, la cuna del flamenco

Andalucía es una región llena de contrastes, la segunda más grande y la que tiene más variedad. Cuando en la cuenca del río Guadalquivir se observan las temperaturas alrededor de los 40۫ C, apenas 3 horas más lejos de ahí se elevan, cubiertos de hielo, los picos de Sierra Nevada. En las montañas, la nieve no desaparece nunca, aunque la calurosa Costa del Sol está tan sólo a 30 km de ahí. En Andalucía hay más de 200 días despejados al año. Los ríos andaluces, durante una buena parte del año, suelen quedarse secos como los uadis del Sáhara para después, con las lluvias de primavera, convertirse en unos torrentes impetuosos. El río Guadalquivir resulta ser la única salida al mar en la región de Andalucía, la única salvación. Su gran delta es una zona de ciénagas fértiles: las marismas. Además de sus llanuras valiosas, Andalucía posee un gran número de estériles sierras calcáreas. Ahí no llueve nunca y no crecen ni siquiera los olivos.


¿Qué personas podrán vivir ahí, en esa región de sorpresas?

De los andaluces se dice que “En el mundo no hay nadie más perezoso y si la naturaleza no fuera tan bondadosa con ellos, seguramente morirían de hambre. En cambio, siempre listos para divertirse, pasan todas las noches de juerga”. Mientras la primera opinión pueda ser quizás demasiado perjudicial y estereotípica, en cuanto a la segunda, a mí, me parece indudable.

Desde hace siglos las ansias de ocio y locura estaban en ellos. Cada pretexto les parecía bueno para ponerse a cantar, bailar y divertirse. ¡Se llegó incluso al punto en que los días de trabajo eran menos frecuentes que los de la fiesta! Se festejaban nacimientos y bodas de los gobernantes locales, visitas de los reyes de países vecinos, fiestas religiosas. Se organizaban ferias (fiestas que constaban de procesiones, bailes y banquetes), torneos y luchas de toros. Las corridas con bailes y mascaradas eran el entretenimiento más popular en varias clases sociales, mientras que la danza era su gran pasión nacional. Se bailaba en todas partes: tanto en los salones aristocráticos y procesiones religiosas, como en las tabernas, bares y fondas.

Y un día, a ese curioso lugar llegaron los gitanos.

domingo, 10 de enero de 2010

La etimología, un gran misterio


Se supone que la palabra “flamenco” proviene del latín (flama significa “llama”).
Se piensa que los bailes y cantes flamencos tienen un carácter muy ardiente. Además se cree que el flamenco se expresaba en los rituales de culto al fuego que se hacían en los tiempo pasados.
Según algunos científicos, el flamenco lo habrían traído los gitanos de Flandes en el siglo XVI y su denominación tiene el origen en nombre de esta región. Los bailes que se organizaron para dar la bienvenida al monarca Carlos V se jaleaban con el grito de “¡Báilale al flamenco!”.
Otros teóricos ven algo similar con las aves que tienen el mismo nombre. Los vestidos de los bailarines subrayan la riqueza de las figuras con los movimientos excéntricos de este pájaro exótico.
La última hipótesis nos dice que muchos moriscos se integraron en las comunidades gitanas, con las que compartían su carácter de minoría étnica al margen de la cultura dominante y el canto flamenco surgió como manifestación del dolor que ese pueblo sentía por la aniquilación de su cultura.
Como véis, el origen de la palabra "flamenco" sigue siendo un gran misterio; probablemente por eso despierte tantas discusiones inflamadas entre los científicos.

http://www.rds.it/imageblog/source/4580966/img.jpg

sábado, 9 de enero de 2010

Por amor al arte



Cuatro chicas, tres meses y un tema: flamenco.

¿Cómo se nos ocurrió?
Fue por casualidad. Habíamos pensado mucho en qué tema elegir. En una revista nos llamó la atención una foto de una bailaora flamenca debajo de la cual leímos una frase: “El flamenco hay que sentirlo, como se siente la pena o la dicha, como se siente el frío o el calor, y sufrir o deleitarse con él”. Eso fue una señal que no pudimos pasar por alto.
Empezamos entonces desde el principio, desde las raíces del flamenco. Nos parece evidente que para ahondar en el tema hay que averiguar de dónde viene, cuál es su origen.
Desde ahí, se podrá ir en todas las direcciones (pronto se revelará en cuál irá nuestro blog :) )

Ahora os invitamos a un viaje especial, un viaje que os muestre que el flamenco no es un tópico muerto, un camino fijo y unívoco. Es lo que deja vivir, siendo en sí mismo vida.