sábado, 6 de febrero de 2010

Vicente Amigo


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Cantar con la guitarra. 
Eso es lo que intenta hacer Vicente Amigo, un tocaor (o en este caso mejor dicho: cantaor) español, uno de los más grandes y los más flamencos.
Imaginaos un niño que, además de nacer y vivir en plena Andalucía, a los 8 años empieza a tocar la guitarra. Lo hace con tal pasión que, a los 20 años, consigue el primer premio del Concurso Internacional de Guitarra Flamenca en Badajoz. Cuando un año más tarde gana otros dos premios importantes (el premio del Concurso Nacional del Cante de las Minas de la Unión y el premio Ramón Montoya de Guitarra en el Concurso Nacional de Arte Flamenco en Córdoba) ya no quedan dudas sobre el futuro de este chico tan talentoso.
Las previsiones sobre su gran carrera se han cumplido casi al cien por cien. Con su guitarra recorría todo el mundo, acompañando a los grandes: Camarón de la Isla, Al DiMeola, Carmen Linares, Sting, Alejandro Sanz y Miguel Bosé, para citar sólo unos ejemplos. Con el cantaor “El Pele” ha formado un dúo irrepetible. Ha tocado en numerosos festivales, incluso los más prestigiosos.

¿Qué más se puede querer?

Posiblemente para algunos esto es suficiente. Sin embargo, yo creo que un verdadero músico nunca deja de ser músico, como un poeta nunca llegará a librarse de esta específica manera de ver el mundo. Es cierto que cada uno debe conservar una parte, que luego pueda considerar su propio estilo, ¡pero no debe estar siempre con la misma canción!
Vicente Amigo lo entiende perfectamente. Cuando escucho su último disco, “Paseo de Gracia”, oigo la fusión del flamenco y el pop. Eso, al guitarrista, no le da vergüenza, aunque el género “pop” se suele considerar muy sencillo, hasta infantil. El buen tocaor sabe aprovecharse de los rasgos del “pop” y convertirles en sus grandes ventajas. Como él mismo confiesa: “Lo que he intentado es cantar con la guitarra las melodías (...), hacerlo yo con mi instrumento como si la guitarra fuera mi garganta”. Qué curioso que a pesar de las melodías, los ritmos y las letras: sin duda, mucho más populares que jondos, en sus canciones todavía se sienta este espíritu de flamenco... Eso, también lo explica Vicente: “Es muy flamenco por la manera en la que toco y digo las cosas, aunque no esté tocando por soleá o por algún otro palo”.

Si el flamenco lo llevas en la sangre y si incluso tu corazón lleva el compás de una rumba o de una soleá, no es posible que te libres de ello. Y si te llamas Vicente Amigo, ni siquiera deberías hacerlo.
Martina

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